Arregui
¿Es legal recibir paquetes en el centro de trabajo?
¿Te has preguntado en alguna ocasión cuánto tiempo de nuestra vida pasamos en el puesto de trabajo? Si calculamos una media de 45 años laborales y una jornada de 40 horas semanales, el dato que obtenemos es sorprendente: 12 años en total. Y, salvo contadas excepciones como el teletrabajo, la mayor parte de este lo pasamos en nuestro centro de trabajo; por lo que a muchos, durante nuestra jornada, se nos presentan pequeños dilemas.
Nos referimos, por ejemplo, a la recepción de nuestros envíos de paquetería en nuestra oficina o espacio de trabajo. Algo que, a primera vista suena muy útil, porque el horario de una jornada laboral común coincide precisamente también con los horarios de reparto de las principales compañías de paquetería y reparto. De esta forma, podemos recibir el pedido sin ningún problema y no depender de terceros o de entregas en franjas horarias concretas.
Así que, aparentemente, esto es lo ideal. Pero… ¿es algo que podamos hacer legalmente? Hoy queremos responder todas tus dudas al respecto. ¡Acompáñanos!
¿Podemos recibir paquetes en nuestro centro de trabajo?
La respuesta rápida es depende. Desde el punto de vista legal y normativo, este asunto no está convenientemente regulado en España, por lo que la decisión queda, en la práctica, en manos de la empresa que tiene contratado al empleado que pretende recibir sus envíos. Es lo que podríamos definir como un vacío legal, que invita a los responsables de la compañía a su regularización interna.
De hecho, si la empresa no lo hace y acepta que sus empleados reciban paquetes de forma habitual, durante años no podrá suprimir esta práctica y deberá acudir al procedimiento de negociación que está establecido en el Estatuto de los Trabajadores. Y si su intención es sancionar a los empleados que realicen habitualmente esta práctica, con anterioridad deberá haber indicado por escrito que su política interna prohíbe expresamente la recepción de estos envíos en su puesto de trabajo.
Por todo esto, y en caso de duda del trabajador, lo más recomendable es que se dirija al empleador o responsable de Recursos Humanos de la compañía para conocer cuál es su política en lo que respecta a la recepción de paquetería personal. Esto evitará problemas o malentendidos entre ambas partes.
¿Por qué razón una empresa puede prohibir la recepción de paquetes en su centro?
Cada empresa tiene sus propias características y filosofía. Su actividad puede condicionar esta decisión, así como las tareas que realicen sus trabajadores. Y es que, por ejemplo, no siempre será posible que el receptor del paquete pueda hacer una pausa en su actividad para atender al mensajero; por lo que, en estos casos, tiene que ser otra persona quien se lo recoja o incluso puede ser preciso que quede almacenado en algún lugar hasta que pueda llevárselo.
Por lo tanto, estas son algunas razones de peso para que las empresas limiten o prohíban la recepción de paquetes en su centro de trabajo:
- Problema de espacio: no todas las compañías tienen un almacén o un lugar para guardar los paquetes hasta que los empleados se los lleven a casa. De forma que, en estos casos, los envíos pueden ser causar desorden o incomodidades.
- Responsabilidad legal: ciertos envíos requieren de una firma como prueba de entrega. Si en vez de recogerlo el destinatario lo hace un compañero, la responsabilidad será suya; por lo que no todo el mundo está dispuesto a asumirla.
- Rendimiento y productividad: en condiciones normales, que un empleado reciba un paquete de vez en cuando no debería resultar molesto para ningún responsable de empresa. Pero si esto se convierte en una práctica habitual entre la plantilla, tendrá razones para preocuparse y justificar que perjudica a la productividad, por el tiempo que se pierde en recibir los paquetes.
- Molestias para otros trabajadores: en ocasiones, el destinatario del paquete no es quien lo recoge y se hace cargo de él. Si no hay un encargado de recibir y gestionar la correspondencia, quizá atienda el envío un compañero que se siente cerca de la puerta o que pase en ese momento por ahí. Y si esto se convierte en una tónica general, también se puede traducir en molestias.
- Mezcla de paquetes corporativos y personales: es posible que la empresa también acostumbre a recibir envíos para llevar a cabo su actividad. Por lo que no es aconsejable mezclar estos con los paquetes personales de sus empleados, para evitar errores, extravíos o malentendidos.
- Contenido desconocido del paquete: el simple hecho de no conocer lo que hay dentro de los envíos es razón para que una empresa rechace este tipo de prácticas. ¿Los motivos? Si lo hace, no tendrá que responsabilizarse de los problemas que puedan surgir y, además, no comprometerá su ‘etiqueta laboral’.
UNIVERS, el buzón inteligente de ARREGUI que acaba con el problema
Como ves, no son pocos los argumentos para la prohibición para llevar a cabo este tipo de prácticas en los centros de trabajo. Pero también hay motivos de peso para aceptarlas, porque es evidente que los trabajadores que pueden recibir sus paquetes durante su jornada laboral se sienten más felices y satisfechos con esta decisión. No en vano, un empleado que no sabe dónde está su envío o quién lo tiene puede acabar preocupándose y tener dificultades para concentrarse.
Además, acabar con el debate es tremendamente fácil gracias al buzón inteligente de paquetería UNIVERS. Este es a solución perfecta para solucionar el problema, porque si se instala en un empresa o centro de coworking, los empleados contarán con una solución cómoda y segura para recibir sus paquetes en este espacio sin molestar a sus compañeros ni afectar a su rendimiento laboral.
Con anterioridad ya te hemos detallado sus ventajas, pero podemos resumirlas en:
- El trabajador no pierde tiempo: podrá continuar con normalidad su actividad mientras el mensajero entrega su paquete en el casillero correspondiente de UNIVERS. Así, el destinatario puede recogerlo en un descanso o a la salida; por lo que no afecta a su rendimiento.
- Recepción de los paquetes sin molestias: se instala en una zona común y el repartidor puede acceder a él para depositar su paquete. ¡Sin necesidad de que intervengan terceras personas, como los conserjes o compañeros!
- Entrega universal: es un sistema que puede utilizar cualquier empresa de mensajería o comercio local. ¡Todos se pueden beneficiar de su uso!
- Es configurable: se adapta a las necesidades de la empresa y al número de empleados que quieran utilizarlo. Su uso es totalmente libre y dispone de casilleros modulables, de forma que se puede configurar antes de su instalación.
- Es respetuoso con el medio ambiente: fomenta el reparto centralizado, pues el repartidor no necesita desplazarse casa por casa. A lo que se añade un consumo energético realmente bajo para su funcionamiento.
En definitiva, instalar un buzón inteligente de paquetería UNIVERS en los centros de trabajo es decir un sí rotundo a la entrega de paquetes en estos espacios. Con él no hay dudas ni problemas posibles, porque todos salen ganando: ¡tanto las empresas como los empleados!
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