Seguridad
¿Cuáles son los tipos de ladrones que existen?
Al pensar en un ladrón, probablemente imagines a una persona vestida de negro, con un pasamontañas y que se mueve con mucho sigilo para no ser detectada. Pero… ¿sabías que existen diferentes tipos de ladrones según su metodología y comportamiento a la hora de intentar robar? Hoy en nuestro blog vamos a hablarte de ello, para que sepas cómo distinguirlos, conozcas cómo actúan y, lo más importante, sepas cómo disuadirlos.
Tipos de ladrones que existen
La Real Academia Española de la lengua (RAE) define ladrón como una persona “que hurta o roba”. Sin embargo, para conseguir hacerse con un botín, un delincuente puede actuar y proceder de distinta forma. De ahí que sea interesante establecer una pequeña clasificación para identificar sus características:
Profesionales u organizados
Algunas personas pueden hacer del robo su forma de vida. Esto se traduce en dos aspectos clave: una dedicación a tiempo completo a esta actividad delictiva y la necesidad de lograr botines de alto valor para poder vivir de ello. Por lo que estamos ante un perfil muy especializado y organizado, que no deja prácticamente nada al azar y que trata de estudiar al detalle cada aspecto para no cometer prácticamente errores.
Al disponer de tiempo, su metodología suele ser analizar las rutinas y actividades diarias de sus ‘víctimas’, para conocer cuándo entran y salen de su casa, centro de trabajo, etc. Esta les permite conocerlas mejor, para a partir de ahí, elaborar un plan de actuación muy cuidado. De esta forma, intentan cometer el robo en lugares con poca vigilancia y en un momento en el que no haya nadie en casa.
Para disuadir este perfil de ladrón, es recomendable la discreción. No debemos abrir la puerta o dar información personal a desconocidos, y es recomendable que variemos de vez en cuando nuestros hábitos. Por ejemplo, podemos tratar de seguir caminos diferentes para volver a casa desde el trabajo; o ayudarnos de la domótica para programar el encendido o apagado de las luces de nuestro hogar a horas diferentes cada día.
Oportunistas
Pasan por ahí… y aprovechan la ocasión. Así podemos resumir su forma de actuar, porque aunque este perfil de ladrón es menos reflexivo y perfeccionista que el organizado, también suele ser muy efectivo cuando elige sus objetivos. Y es que la experiencia les ayuda a desarrollar una especie de ‘sexto sentido’ para encontrar los momentos idóneos en los que intervenir sin ser vistos.
Aquí apenas hay planificación, porque saben cómo robar de forma rápida y eficaz. Por eso, para ponerles las cosas difíciles es importante evitar despistes que puedan salir caros, como dejar la puerta de la calle sin cerrar con llave, perder las llaves o utilizar códigos de seguridad fácilmente reconocibles —de la alarma de seguridad, por ejemplo—. Y es que de lo que se trata es de no bajar la guardia para no acabar en su punto de mira.
Rateros
Su forma de actuar es muy similar a la de los oportunistas, porque también están pendientes de un error o despiste para intervenir. Con la particularidad de que no tienen miramientos a la hora de usar la fuerza bruta o de arrasar a su paso, porque su comportamiento es bastante despreocupado.
Para ellos, lo importante es robar y el valor de lo conseguido no importa tanto. Pueden sentirse satisfechos con botines pequeños, de forma que para evitarlos es fundamental desconfiar de aquellos desconocidos que quieran ganarse nuestra confianza. No en vano, uno de sus métodos favoritos es hacerse pasar por algún tipo de profesional —vendedores, técnico de la luz o gas, etc. —para acceder a las casas de víctimas indefensas y, una vez dentro, llevarse lo que puedan.
Desorganizados
Estamos ante un tipo de ladrón impulsivo y que, generalmente, tiene una necesidad imperiosa de robar. Quiere conseguir resultados cuanto antes y le preocupa más el fin que los medios, por lo que es probable que cometa errores durante el proceso y que incluso se exponga a ser detectado o incluso detenido.
En este perfil encajan personas jóvenes, con problemas personales graves —como adicciones a las drogas— y que buscan hacerse con objetos de valor que puedan intercambiar para conseguir dinero rápido. Así que no suelen tener muchos escrúpulos y pueden llegar a utilizar la violencia para conseguir sus intenciones.
¿Y cómo evitar estar en su punto de mira? En este caso es más difícil, porque actúan sin ningún tipo de planificación y apenas se preocupan por las consecuencias. Pero podemos destacar la importancia de no dejar a la vista objetos de valor, de contar con cerraduras, puertas y ventanas de calidad o de disponer de una caja fuerte que dificulte mucho el acceso a objetos de valor, como dinero o joyas.
Destrozadores
Al igual que los ladrones desorganizados, este tipo de delincuentes no se pone límites a la hora de realizar sus fechorías. E incluso es probable que actúen con la intención de causar el mayor daño posible, y no nos referimos solo a llevarse todo lo que esté en su mano: en no pocas ocasiones, procurarán romper todo lo que puedan, para desatar el caos y dejar su impronta.
Dadas sus inclinaciones agresivas y violentas, no es conveniente plantarles cara si nos los encontramos. Y para disuadirles, serán muy útiles un buen sistema de alarma o unas cámaras de seguridad, porque apenas tendrán tiempo para robar y mucho menos para entretenerse en destrozar todo lo que encuentren a su paso.
Interpersonales
La criminóloga estadounidense y ex agente del FBI Bryanna Fox destaca también este tipo de ladrón. Para reconocerle, señala que es una persona que se mueve por motivaciones personales. Es decir, roba como venganza o porque tiene un interés personal concreto por su ‘víctima’. Lo cual le da ciertas ventajas respecto al resto de delincuentes, porque lo normal es que tenga acceso a información privilegiada o incluso cuente con facilidades para cometer el robo.
De esta forma, quizá ni siquiera busque un beneficio material o económico con el robo, sino generar miedo o respeto en la víctima. O puede hacerlo simplemente para conseguir un fetiche o trofeo del que poder presumir. Lo que favorece que actúe de manera similar al oportunista o ratero: esperando un descuido para actuar y conseguir lo que quiere.
Prevenir situaciones como estas no es sencillo, porque normalmente no esperamos que nos haga esto alguien conocido o nuestro entorno. Pero puede suceder, por lo que no nos queda más que desconfiar de aquellas personas que no conozcamos bien, tratar de evitar que estas tengan acceso a lugares de nuestra casa donde haya objetos valiosos y que no estén vigilados y, por supuesto, no dar información relevante —como las fechas en las que haremos un viaje, el lugar donde guardamos nuestros ahorros o contraseñas que hayamos podido replicar para diferentes usos—.
Estos son 6 de los tipos de ladrones más habituales, por lo que esperamos que toda esta información te haya sido de utilidad para poder identificarlos e incrementar tu seguridad.
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