Arregui, Seguridad
Consejos para evitar accidentes eléctricos en el hogar
La electricidad es fundamental para que podamos llevar a cabo muchas de nuestras actividades cotidianas. Gracias a ella, podemos iluminar nuestras casas al caer la noche, cocinar, conservar los alimentos, conectarnos a Internet o ver la televisión. Pero su uso también tiene algunos riesgos, sobre todo si no se toman unas adecuadas medidas de seguridad o no se da un buen mantenimiento al sistema que nos la proporciona.
Es más, según un estudio de la Investigación Cooperativa entre Entidades Aseguradoras y Fondos de Pensiones (ICEA), durante 2021 los daños eléctricos fueron la tercera causa de siniestros de seguros de hogar en España, con una incidencia del 11,2 % de los casos. Y si salimos del ámbito doméstico y pasamos al laboral, gracias al Ministerio de Trabajo también comprobamos que en 2022 hubo 935 accidentes en el trabajo relacionados con el riesgo eléctrico, con el resultado de 7 muertes.
En definitiva, no debemos minusvalorar la seguridad eléctrica ni en casa ni en las actividades laborales. Y con este firme propósito, hoy en ARREGUI queremos ofrecerte una serie de recomendaciones para impedir que se produzcan accidentes eléctricos en el hogar.
¿Cuáles son los percances eléctricos más habituales en el entorno doméstico?
Existen diversos tipos de accidentes que pueden tener un origen eléctrico. Entre ellos, los más frecuentes son:
- – Cortocircuitos por malas conexiones.
- – Recalentamiento de cableados.
- – Sobrecarga por utilización a la vez de muchos aparatos eléctricos.
- – Incendios causados por cortocircuitos.
- – Ausencia de sistema de toma a tierra.
Consejos para evitar accidentes eléctricos en el hogar
Para reducir las probabilidades de que se produzca uno de estos incidentes en el ámbito doméstico, podemos seguir una serie de recomendaciones en nuestro día a día. Y las hemos reunido en las siguientes líneas:
Revisar periódicamente nuestra instalación eléctrica
Legalmente, no existe una obligatoriedad para la revisión periódica de la instalación eléctrica de nuestra casa. Sin embargo, es muy recomendable que un especialista compruebe el estado de los enchufes, cableado, panel eléctrico, etc. al menos cada diez años. E incluso también es buena idea renovarla por completo cada veinte años (treinta años máximo). Teniendo en cuenta que no siempre hay que esperar este tiempo para hacer los cambios necesarios, ya que si vemos que algún elemento empieza a funcionar mal o está especialmente desgastado, deberemos sustituirlo inmediatamente.
No utilizar cables ni aparatos eléctricos en mal estado o defectuosos
Además de en las personas, el paso del tiempo hace mella en todo tipo de objetos. Y aunque (por ejemplo) un enchufe parezca funcionar a la perfección, no debemos arriesgar lo más mínimo si muestra algún signo de deterioro o desgaste. Si lo seguimos utilizando incrementamos las probabilidades de acabar sufriendo un accidente eléctrico, con los riesgos que este conllevaría. Por lo que, en estos casos, lo mejor será sustituirlo o arreglarlo.
Utilizar productos eléctricos de calidad
En ocasiones, podemos tener la tentación de ahorrar a la hora de hacernos con productos eléctricos. Desde una regleta barata (pero que no cuenta con las medidas de seguridad más elementales) a un cargador de marca ‘blanca’, con estos objetos podemos recortar nuestro gasto unos pocos euros. Pero, como se suele decir, lo barato a veces sale caro y utilizar componentes eléctricos que no tienen la suficiente calidad puede ser el comienzo de una sobrecarga, de una explosión o de un incendio.
Usar correctamente los aparatos, cables y enchufes
Antes de utilizar cada pieza eléctrica, como una de las mencionadas regletas, es importante que leamos a fondo sus instrucciones y que sepamos cuándo podemos utilizarla y bajo en qué condiciones. Nunca hay que exigir a estos aparatos más de lo que nos pueden dar, ni hacerlos trabajar en condiciones extremas, como en entornos de humedad o de altas temperaturas. Un uso con cabeza nos ayudará a minimizar riesgos y, además, permitirá que el producto pueda alargar su vida útil.
Evitar sobrecargar enchufes
Televisión, cadena de música, plancha, altavoz inteligente, reproductor de discos… quizá queramos disfrutar de todo a la vez con una única toma de corriente, pero hay que tener cuidado y evitar sobrecargarlas. Si lo hacemos mediante una regleta o ladrón, esta se calentará, por lo que los enchufes y cables podrán estropearse e incluso quemarse.
En estos casos, es importante dedicar una única toma a aquellos aparatos de alto consumo, como la nevera, secadora, calefactor, aire acondicionado o plancha. Así como, para la utilización de varios aparatos al mismo tiempo, emplear regletas y ladrones de calidad (y que estén en buen estado) que puedan asumir la potencia que se les va a exigir.
No consumir más potencia eléctrica de la contratada
También deberemos conocer la potencia eléctrica que tenemos contratada en nuestra casa y tenerla en cuenta para calcular nuestro consumo y no pasarnos en ningún momento. Si lo hacemos, es muy posible que el propio sistema ‘salte’ como medida de precaución, aunque no es nada recomendable estresar a la instalación hasta ese punto.
Utilizar cinta aislante
En los casos que tengamos que realizar uniones de cables eléctricos, una cinta aislante nos ayudará a evitar cortocircuitos o choques eléctricos, ya que es un material con una resistencia eléctrica alta y que puede soportar altas temperaturas. De hecho, es una solución que también nos permitirá hacer arreglos puntuales para obtener resultados seguros.
Evitar manipular aparatos eléctricos descalzos o en condiciones de humedad
El agua no es nada amiga de la electricidad, por lo que hay que tener especial cuidado de accionar, tocar o usar aparatos que estén conectados a la corriente en espacios como la cocina o el cuarto de baño. En condiciones normales, si la instalación eléctrica de nuestra casa se encuentra en buen estado, el diferencial nos podrá proteger de sufrir una electrocución en situaciones como estas o en las que nuestros pies estén sobre una superficie que no sea aislante. Pero hemos de recordar que esto no siempre es infalible y que cualquier despiste puede acabar saliéndonos caro.
Desenchufar los aparatos una vez que están totalmente cargados o no se usen
Por los riesgos que conlleva su uso, la electricidad solo hay que utilizarla cuando sea necesaria. Si estamos cargando una batería, como la de nuestro móvil, no es recomendable dejarla permanentemente conectada a la red cuando esta llegue a su tope. Al igual que tampoco lo es dejar enchufados aparatos (como la televisión) si no los estamos usando; ya que, además de consumir electricidad, también podrían protagonizar un accidente (aunque su probabilidad será muy baja).
Especial atención con los niños
Los niños, especialmente los de corta edad, son susceptibles de sufrir algún tipo de percance eléctrico. Factores como su curiosidad innata o que las tomas de corriente suelan estar instaladas a baja altura pueden atraerlos hacia zonas de riesgo, por lo que las electrocuciones son fenómenos que siempre hay que tener presentes.
En estos casos, es importante vigilar constantemente a los más pequeños y mantenerlos alejados de entornos donde puedan acceder por sí solos a tomas, enchufes o aparatos eléctricos. Y, una vez que sean más mayores y tengan cierta capacidad de comprensión, también deberemos enseñarles el riesgo de tocar o jugar con estos elementos.
Cortar la corriente o apagar la luz si vamos a manipular algún elemento eléctrico
Si vamos a hacer algún arreglo o reparación de tipo eléctrico en nuestro hogar, antes deberemos apagar la electricidad. Para ello, con una linterna o lámpara a mano si no hay luz natural, deberemos ir al cuadro eléctrico que controla la instalación doméstica y accionar el interruptor correspondiente; por lo que también es aconsejable que tengamos claro su funcionamiento para hacer correctamente este proceso.
Tomar medidas de precaución, como suelas de goma y guantes aislantes
Si vamos a ser nosotros los que vamos a trabajar con algún elemento eléctrico que esté conectado a la corriente, hemos de tomar algunas precauciones: llevar gafas de protección, calzado y guantes dieléctricos (aislantes), no llevar encima objetos de metal, no trabajar en espacios con gran humedad y sobre superficies mojadas, trabajar con una conexión a tierra, etc.
Recurrir a profesionales para reparar averías y arreglar desperfectos
Todos podemos cambiar una bombilla en un momento dado con las debidas medidas de precaución. Pero si no contamos con conocimientos de electricidad, todos aquellas actividades que impliquen el más mínimo riesgo deben ser realizadas solo por profesionales. Llamar a un especialista nos ayudará a salir de un apuro y, lo que es más importante, evitará que nos expongamos a cualquier percance que sea peligroso para nuestra salud o para nuestro hogar.
Productos de ARREGUI para evitar accidentes eléctricos en el hogar
En ARREGUI ofrecemos a nuestros clientes tres productos diferentes que forman parte de la gama de protección para enchufes:
- Sujeta cables de velcro: de color blanco, organiza y une los cables para evitar que los niños puedan sufrir cualquier tipo de daño con ellos y con los enchufes. De esta forma, se eliminan accidentes con la corriente.
- Protector de enchufes fijo: se fija mediante presión en los enchufes para protegerlos, de manera que los niños no pueden insertar objetos o dedos en ellos. Cada vez que sea necesario utilizar el enchufe, hay que retirar el protector. No en vano, incluye llave para una retirada sencilla.
- Protector de enchufes giratorio: se instala fácilmente y evitar que los niños puedan meter los dedos u otros objetos en los enchufes, por lo que evita accidentes con la corriente eléctrica. Su gran ventaja es que, una vez colocado, no es necesario retirarlo para utilizar la toma de corriente.
Esperamos que estos productos te ayuden a evitar accidentes eléctricos en el hogar. Y si tienes cualquier duda sobre ellos, no dudes en consultarnos. ¡Te responderemos encantados!
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