Arregui, Seguridad
Consejos de seguridad infantil durante el verano
El verano es una estación esperada por mayores y pequeños, pero detrás de este período que normalmente asociamos al descanso y al tiempo libre también se esconden algunos peligros. Especialmente para los niños, ya que las estadísticas apuntan que, en la etapa estival, los accidentes con ellos como afectados llegan a crecer hasta un 20 %.
En estos meses, los menores tienen más tiempo y realizan actividades de cierto riesgo, como bañarse en piscinas y playas, jugar al aire libre o viajar con sus familias por carretera. Por ello, es importante que sus tutores tomen unas medidas concretas de seguridad para poner en práctica durante todo el verano.
Como bien sabes, en ARREGUI nos preocupamos por tu bienestar y por el de los tuyos. Así que hemos reunido una serie de consejos de seguridad infantil, para que, gracias a ellos, tus hijos disfruten sin sobresaltos de uno de los mejores veranos de su vida.
Recomendaciones de seguridad infantil para poner en práctica en el verano
Para la ropa y la maleta
El viaje no empieza cuando todos subimos al medio de transporte que nos va a llevar hasta nuestro destino, sino cuando empezamos a hacer las maletas. No podemos caer en el error de no planificar con antelación las actividades que harán los más pequeños durante los siguientes días, por lo que hay que llevar todo lo que necesiten: ropa adecuada —como gorros, gafas de sol, bañadores, etc. —, elementos de protección —crema solar, casco si van a montar en bicicleta, parasoles para el coche, etc.— o sus cartillas sanitarias.
Más adelante te daremos un par de recomendaciones puntuales para que en las maletas de tu viaje no falte de nada.
Para el viaje
Recientemente, ya te ofrecimos algunas pautas para transportar con seguridad a los niños en un vehículo. Entre ellas, destacaba la instalación de un sistema de retención infantil (SRI) que esté homologado y adaptado tanto al peso como a la talla del pequeño que lo vaya a utilizar, ya que se estima que puede evitar cerca de 3 de cada 4 lesiones que se producen por accidentes de este tipo.
Además, es recomendable no dejar objetos sueltos en el interior del coche para que, en el caso de frenada o golpe, no se conviertan en elementos peligrosos para la integridad de las personas que estéis en el interior. Y, por supuesto, también hay que evitar que los pequeños realicen cualquier actividad que pueda ser peligrosa durante el desplazamiento, como comer y beber o jugar de una manera que comprometa la atención del conductor.
Si el viaje va a ser largo, lo ideal es realizar descansos cada dos horas, más o menos. Y, para circular con mayor tranquilidad, te invitamos a utilizar nuestro kit de seguridad infantil para coche, el cual incluye espejo retrovisor, adhesivo ‘bebé a bordo’ y dos parasoles. El primero te permitirá vigilar adecuadamente todo lo que suceda en los asientos traseros, mientras que los parasoles evitarán que el sol y el calor incidan directamente sobre los pequeños.
Para el destino de llegada
El seguimiento de un menor de edad, especialmente si es un bebé, se hace más complicado en los lugares de verano que visitamos por primera vez. Principalmente, porque es probable que el pequeño tenga más curiosidad por conocer todo lo que tiene alrededor; y también porque nosotros mismos no estaremos familiarizados con nuestro nuevo entorno y es posible que nos despistemos con mayor facilidad.
Para estos casos, lo recomendable es que nosotros tratemos de familiarizarnos rápidamente con nuestro destino vacacional: hotel, apartamento, piscina o playa, etc. Además de permitirnos reconocer sus zonas o puntos de más riesgo —como ventanas, enchufes, mobiliario, etc. —, también podremos tomar medidas para tenerlas bajo control.
Ten en cuenta que en ARREGUI podemos ayudarte a hacer de tu destino vacacional un lugar seguro para tus hijos, porque contamos con nuestro propio maletín de seguridad. Este incluye 32 piezas para el cuidado en entornos domésticos: 8 protectores de esquinas, 12 protectores de enchufes giratorios, 4 topes de bisagra, 2 cierres de seguridad multiusos largos, 2 cierres de seguridad multiusos cortos, 2 cierres para armarios y vitrinas y 2 esquineras. ¡Así que llévatelo contigo de viaje y crea un entorno de total tranquilidad!
Para la playa o la piscina
Los ahogamientos son un problema real en verano, especialmente en el caso de los niños. En esta estación ocurren 4 de cada 5 accidentes relacionados, muchos de ellos en el ámbito doméstico y en personas que aún no han cumplido la mayoría de edad.
Es más, resulta especialmente llamativo que el mayor número de ahogamientos pediátricos tengan lugar entre las 15:00 y las 19:00 horas. Es decir, en horario de sobremesa, cuando es más probable que sus padres o tutores se puedan despistar. Y con el problema añadido de que, en estos casos, pueden bastar tan solo 90 segundos para que se produzca el proceso de ahogamiento.
Para evitar estas situaciones de riesgo potencial para la vida de los niños, la vigilancia y supervisión constantes son fundamentales. Mientras se bañan o están cerca de la orilla hay que evitar realizar otras actividades que puedan distraernos, como leer o mirar el móvil. Y, además, tener un comportamiento responsable para que la calidad del baño sea óptima: algo que incluye la utilización de dispositivos de flotación —como chalecos salvavidas— y el respeto por la normativa de las playas y piscinas.
De esta forma, no permitiremos que se bañen en zonas donde no haya bandera verde o el fondo de la piscina cubra al niño de forma peligrosa. Y también les suministraremos una crema solar que cuente con un factor de protección adecuado para su edad y piel, porque además del riesgo de ahogamiento, los más pequeños también pueden sufrir dolorosas quemaduras o incluso insolaciones si se exponen al sol de forma inadecuada.
Para la práctica deportiva
Es perfectamente normal que allá donde se encuentren, los niños jueguen al aire libre y practiquen deporte. Esto es algo que, por sí solo, no tiene por qué ser peligroso, al menos mientras tengamos en cuenta algunos aspectos que se convierten en importantes en verano.
Por ejemplo, la actividad debe realizarse en un entorno que sea seguro y con elementos de seguridad apropiados: si se utilizan bicicletas, patinetes o monopatines, los menores deberán ir pertrechados con ropa reflectante, así como casco, coderas, rodilleras, etc. y circular por espacios seguros y que estén bien señalizados.
Además, si podemos practicar la actividad deportiva junto a ellos, mejor que mejor. Y si no, lo recomendable es que podamos vigilarlos constantemente para asegurarnos de que todo transcurre con normalidad y no se produce ningún incidente.
Para las salidas
En estas situaciones, hay que aplicar las mismas máximas que en el día a día, pero extremando aún más si cabe las precauciones. Como hemos señalado ya, es más fácil despistarse en un lugares desconocidos y poco habituales, por lo que en el caso de los niños más pequeños hay que llevarlos en una silla de paseo homologada o ir de su mano.
Si son más mayores, podrán tener más libertad para moverse, pero también deberemos prestarles mucha atención y evitar cualquier despiste que nos haga perderlos de vista. Si vamos a encontrarnos en una zona durante algún tiempo, podremos fijar previamente un punto de encuentro en caso de que haya algún problema, así como comunicarnos con ellos a través del teléfono móvil.
Y si el entorno es un lugar cerrado y donde se pueden producir grandes aglomeraciones, también es básico que analicemos bien la zona, que ubiquemos las salidas de emergencia y que evitemos que los niños se desplacen a pie si son pequeños.
Para la alimentación
Quizá es uno de los aspectos a los que menos le prestamos atención si salimos de vacaciones, pero que también puede ser ciertamente peligroso. Y es que si no estamos en casa, es más sencillo que bajemos la guardia a la hora de alimentar a nuestros hijos, especialmente si necesitan comida específica —como fórmulas infantiles o papillas— por ser de corta edad.
Aquí, recordemos la importancia de cocinar adecuadamente los alimentos y de consumirlos después de hacerlo. Y si esto no fuera posible, deben conservarse bien bajo calor (más de 60 ºC) o bien bajo frío (a un máximo de 5 ºC); siempre y cuando no se trate de comida que lleve huevo crudo, mayonesas, salsas o cremas.
Junto a esto, no se deben poner en contacto alimentos crudos y cocinados, ni tampoco cocinar con objetos de cocina que se hayan utilizado para preparar alimentos crudos. Y, por último, se debe evitar el consumo de alimentos perecederos que hayan estado expuestos a temperatura ambiente.
La atención, nuestra mejor aliada para la seguridad infantil durante el verano
Hasta aquí nuestros consejos de seguridad infantil para el verano. Deseamos que te sean muy útiles, aunque recuerda siempre la gran máxima para estas situaciones: actuando con la responsabilidad y la atención que merece la situación, tu familia y tú podréis disfrutar de unas vacaciones tranquilas y muy felices.
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