Por parte del ladrón, la decisión de allanar una casa para robarla no es fruto de la improvisación. Dada su importancia, generalmente se trata de una acción bien pensada y madurada que responde a una serie de premisas. Fundamentalmente, porque el delincuente siempre debe medir muy bien sus pasos para que todo salga según lo ha previsto y pueda hacerse con el botín que desea.

Esto significa que detrás de cada asalto a una vivienda hay una serie de razones. Y conocer las más frecuentes y habituales nos puede ayudar para que nuestro domicilio no se convierta en un objetivo potencial de los ‘cacos’. De ahí que, en nuestro artículo de esta semana, queramos contarte esos factores que deberías tener en cuenta para incrementar la seguridad de familia y ahorrarte disgustos futuros.

¿Se trata de una cuestión personal?

En primer lugar, es importante que tengamos en cuenta que, de forma general, los ladrones no tienen en cuenta la identidad de las personas para convertirlas en sus objetivos. De cara a una investigación posterior, no les conviene conocer o tener algún tipo de relación con sus ‘víctimas’, de forma que en la gran mayoría de los casos no serán resultado de una venganza o problema personal.

Lo que sí puede suceder es que los delincuentes fijen su objetivo en personas famosas o que saben que tienen un alto poder adquisitivo. Lógicamente, se sienten más atraídos por dar golpes lo más grandes posibles, de forma que tendrán preferencia por zonas residenciales de gran valor y por casas que llamen la atención desde la calle.

Razones por las que los ladrones eligen las casas para robar

Estas son algunas de las claves que te recomendamos que tengas muy presentes:

Improvisación sí, pero tras un cierto seguimiento

El oportunismo es uno de esos factores que pueden acabar propiciando el robo. Muchos de los ladrones ven la ocasión, valoran la situación y toman la decisión. Lo que quiere decir que, normalmente, no harán una gran búsqueda ni meditarán mucho sus objetivos. Simplemente, analizarán una zona concreta e identificarán aquellos domicilios que, por unas razones u otras, les vayan a ser más sencillos de robar. Y, a partir de ahí, harán un pequeño seguimiento de sus dueños para encontrar el momento idóneo para actuar.

Momento del día… y de la semana

Atención también a cuándo les ‘facilitamos’ esas oportunidades a los ladrones. Según un reciente estudio, en España el 70 % de los robos se producen de día y los días más habituales son los lunes y viernes. Así que también deberemos ser más cuidadosos con los momentos en los que no estamos en nuestro hogar.

Visibilidad desde el exterior

Cuanta más información transmita al exterior nuestro hogar, más expuestos estaremos a un delito de este tipo. Si los ladrones tienen buena visibilidad de lo que ocurre en su interior, podrán tomar las mejores decisiones para sus intereses y preparar planes para ejecutar el robo.

¿Y cómo blindarnos? Contar con cortinas, persianas, vallas, muros e incluso árboles (o vegetación) nos ayudará a ocultar el interior de nuestro hogar y hará que los ‘cacos’ se lo piensen más de una vez a la hora de asaltarlo.

Los domicilios inseguros, los candidatos al robo

Cuantos más problemas de seguridad presente la casa, más probabilidades habrá de que se encuentre entre las ‘elegidas’. Por lo tanto, hay multitud de detalles que estos ladrones pueden analizar: tipo de puertas que tenemos instaladas, las cerraduras con las que contamos, si hay un sistema de seguridad visible – como cámaras de vídeo -, la facilidad que hay para entrar por la ventana o balcón, el material y la calidad de las propias ventanas, si estas tienen rejas, etc.

Tipo de vivienda

Las viviendas de tipo unifamiliar tienen un mayor riesgo de robo que los pisos y apartamentos. En nuestro país, en torno al 82 % de este tipo de delitos se producen en casas como chalés; mientras que el 18 % restante ocurre en el segundo grupo de viviendas.

Lugar de residencia o lugar de vacaciones

Las segundas viviendas – destinadas especialmente a pasar los períodos de vacaciones – son, a priori, un objetivo más asequible para los ladrones porque gran parte del año están deshabitadas y es más sencillo determinar cuándo no hay nadie. Sin embargo, el botín que hay en ellas – en forma de objetos de valor – es también menor, dado que sus dueños no suelen guardar en ellas su dinero o sus enseres más importantes.

¿Casa habitada o casa vacía?

Otro condicionante bastante habitual es la ausencia total de personas en el hogar. Los denominados como “robos con fuerza en casa habitada” son mucho menos frecuentes – sobre todo en pisos y apartamentos -, porque al llevarlos a cabo, los ladrones corren el riesgo de encontrarse con alguno de los inquilinos. Sin olvidar que el Código Penal es bastante más severo con estos casos, porque las penas por robos con fuerza van de 1 a 3 años de prisión; mientras que si la casa está habitada pasan a estar entre los 2 y 5 años.

Actividad en la vivienda

Aquellos que prefieren actuar cuando tienen vía libre, es decir, cuando la casa está vacía, acostumbran a vigilar el comportamiento de los dueños. Durante unos días siguen los horarios de estos – cuándo salen, cuándo entran, si se van de fin de semana, si hay luz, si recogen sus cartas – e incluso utilizan testigos en puertas y ventanas para comprobar si hay actividad.

Por eso, es más que recomendable que pidamos la ayuda de familiares, vecinos o amigos para que visiten nuestra casa con regularidad en nuestra ausencia y que utilicemos herramientas de domótica para subir las persianas o encender/apagar las habitaciones.

Personas indefensas en el interior

En los casos de los delincuentes que no tienen problema en intentar robar con gente en el interior del domicilio, lo que sí tienen en cuenta son las características físicas y psicológicas de los inquilinos. Niños y jóvenes, ancianos y discapacitados suelen acabar siendo víctimas propicias para ellos, porque tienen menos capacidad para defenderse y para dar la voz de alarma. De manera que es también importante que tratemos de no dejar solas a este tipo de personas durante largos períodos de tiempo.

¿Cómo incrementar la seguridad de nuestro hogar ante el riesgo de robo?

Estas son algunas pistas para que tengas más claras las razones por las que los ladrones eligen las casas para robar. De esta forma, si las tienes en cuenta y recurres a soluciones de seguridad para el hogar reducirás el riesgo de sufrir un delito de este tipo.

Entre nuestras recomendaciones, están:

KAMO, nuestra cerradura invisible con control por móvil. Aumenta la seguridad de tu puerta frente a robos y ocupaciones, ya que es el complemento ideal para una cerradura tradicional. Al no verse desde el exterior del hogar, complica mucho los intentos de forzarla, taladrarla o atacarla.
Alarma para puertas con mando a distancia. Ofrece detección anticipada al robo, porque sus 130 dB comienzan a sonar cuando está activa y detecta que la puerta se abre o existe vibración frente a golpes o manipulaciones de la puerta.

¡Cuenta con ellas y cierra tu hogar con total tranquilidad!

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